Exámenes de laboratorio para determinar los componentes que constituyen la química sanguínea como la glucosa y la creatinina, así como triglicéridos, colesterol, lípidos, bilirrubina, amilasa, entre otros.
Estudios de la sangre y sistema hematopoyético para identificar posibles alteraciones en sus componentes y que son relacionados con enfermedades como la anemia, entre otras.